De la violencia a las microempresas
• El trabajo en comunidad ha generado una cultura de paz que disminuyó la inseguridad en una colonia de la Costa Atlántica de Honduras.
Tegucigalpa, Honduras. Cada vez que habla, Teresa dice una frase que mueve al hondureño que la escucha a convertirse en un líder emprendedor.
«No te vayas de este país quédate solo necesitas prepararte», expresa Teresa.
Sus frases y su motivación parecen discordantes con la percepción de violencia, que aún puede tener la colonia donde ella vive, se trata de la 15 de Septiembre de Tela, Atlántida.
Pero la realidad es que su comunidad tiene una historia de éxito por la transformación que se puede lograr con la intervención ciudadana para emprender cambios sociales y económicos.
Cuando su hija estaba adolescente le impedía salir de casa para apartarla de la violencia de su barrio en el municipio de Tela, situado cerca del mar, contó.
Un día amarró a su perro por el temor de que fuera a la calle cuando decidió soltarlo y dejarlo salir su perro volvió a casa herido, relató.
Es fea la comparación –manifestó Bejarano- pero desde ese momento, al ver a su perro herido, ella comprendió que el entorno de violencia si alcanzaba a su mascota, tarde o temprano alcanzaría a su hija, según cuenta.
Lejos de temer, encerrarse, sentir lástima por la realidad de violencia y el peligro que corría su hija adolescente y los jóvenes de su comunidad, Teresa Bejarano Alemán, con solo haber cursado su sexto año de escuela, decidió que iba a cambiar su barrio. Sin sospechar que se iba a convertir en una formadora de líderes.
Empezó a hablar con sus vecinos para organizarse, limpiar las calles, se acercó a los niños y jóvenes con el fin de buscar ayuda de las autoridades y de cooperantes para llevar a su colonia microempresas y oportunidades de reducción de la inseguridad.
Su esfuerzo y perseverancia, que empezó en reuniones con la comunidad la llevó a ser capacitada a nivel nacional e internacional y ahora es la coordinadora del Programa Municipal de Adolescencia y Juventud (Comvida Tela).
Ocho microempresas
En los últimos siete años ha formado al menos unas ocho microempresas en su comunidad en Tela, Atlántida y al mismo tiempo le ha ayudado a niños y jóvenes a salir de la violencia de su barrio postergado por la falta de oportunidades, dijo.
En la actualidad muchos de estos jóvenes están representando a Tela a nivel internacional, uno de ellos está en Medellín, contó Bejarano.
«La convivencia ha permitido bajar los índices de violencia en el país, de podernos servir los unos a los otros, nuestra comunidad tiene una capacidad instalada (de trabajo comunitario) y eso nos ha permitido llegar a otras comunidades».
«Con un proyecto se ha apoyado a 11 comunidades de Arizona y Tela, hemos influido en la vida de cada niña y niño. Las comunidades Grant y 15 de Septiembre que no se podían ni ver, a medida se fue trabajando se creó una cultura de paz, ahora las dos comunidades tienen Centros de Alcance que son una puerta de oportunidades para jóvenes que al mismo tiempo están generando fuentes de empleo».
Además se han formado microempresas a través del Instituto Tecnológico Superior de Tela de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), informó.
Los vecinos de la comunidad consultados confirmaron que Bejarano cuenta con una historia de vida ejemplar por su esfuerzo, liderazgo y su capacidad para fomentar más liderazgos sociales con visión de desarrollo.
Según el Observatorio Local de la Violencia de la UNAH, de enero a septiembre de 2016, se registraron un total de 82 muertes por causa externa que muestran una disminución del 6.1% en relación al año anterior.
«Tela es un municipio y puerto del departamento de Atlántida cuya extensión territorial es de 1,163.3 km² y según el INE la proyección poblacional para el año 2016 es de 100,650
habitantes de los cuales el 51% son mujeres y el 49% hombres. Tela tiene entre su población comunidades garífunas cuya lengua, danza y música fue proclamada por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, además, cuenta con parques nacionales como “Punta Izopo”, “Punta Sal” y “Jardín Botánico Lancetilla” », cita el documento.
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