Niños infractores sufrieron "homicidios estatales"

  • Una de las víctimas tenía alcohol en la sangre aunque estaba bajo custodia estatal.
  • Fracasó estado de emergencia para administrar los centros de internamiento de menores.


Por Wendy Funes
Tegucigalpa, Honduras.  Entre 2007 y 2015, los medios hondureños dieron cuenta de una serie de matanzas ocurridas en los centros de internamiento de menores infractores.

No se puede demostrar que hay funcionarios directamente involucrados en estos crímenes, pero sí establecer que a las víctimas las asesinaron aun estando bajo custodia estatal.

"La violación a los derechos humanos por omisión ocurre cuando  el  Estado  deja  de  cumplir 
con las responsabilidades que tiene a su cargo para hacer efectivos esos derechos, es decir, cuando abandona sus deberes de protección de los derechos humanos de su población", cita el ensayo
La responsabilidad internacional del Estado por omisión.

Ese ensayo fue elaborado por el académico, Francisco Ibarra Palafox, coordinador de la Unidad de Posgrado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

El criminólogo suramericano, Raúl Zaffaroni, plantea que la criminología guarda silencio en relación con los asesinatos cometidos por el Estado, "el gobierno mediante el crimen", señala.

"Uno de cada 50 habitantes del planeta fue asesinado por el Estado en el siglo pasado", plantea Zaffaroni, al argumentar sobre los homicidios estatales o crímenes de masa. 

En ese orden de ideas, los homicidios estatales por omisión serían los cometidos bajo custodia estatal.

Para conocer la realidad que viven los jóvenes de estas asociaciones dentro de los centros de internamiento, se concertó una cita con una de las pandillas que ha reportado víctimas. El encuentro fue con los líderes adultos a fin de consultarles sobre la muerte de menores de edad que estaban internos en centros para menores infractores, administrados por el Estado.

El dia de la visita 
Un gato negro con el pelo brillante, estaba adormitado en la entrada. Las paredes eran de colores, con grafitis alusivos a la Pandilla 18. 

A medida se avanzaba por el pasillo, se podía ver el dibujo de tumbas pintadas con la leyenda RIP. Las tumbas azules fueron trazadas en memoria de  los integrantes que han fallecido.


El vocero autorizado por los adultos que lideran la Pandilla 18 aceptó que nos encontráramos, en diciembre de 2015, en un lugar del Distrito Central.

Sin embargo, luego de dos reuniones, en diferentes días, no obtuvo autorización para dar una entrevista, en nombre del grupo. La plática sería sobre la situación de los menores de Renaciendo y acerca de la muerte de tres dieciochos, dentro de este centro, ocurrida el 23 de agosto de 2015.

La última reunión fue el 10 de diciembre pasado con el portavoz de la pandilla 18. Este grupo tiene como rival a la Mara Salvatrucha (MS).  

Según se ha podido constatar con la revisión de medios escritos, en los últimos seis meses de 2015la mayoría de miembros de asociación ilícita, mostrados por la policía ante la prensa, fueron de la pandilla 18.

Esa tendencia cambió con la operación de captura de policías integrantes de la MS, uno de los golpes más fuertes dado a este grupo en la actualidad.

La ola de detenciones de ex oficiales de la Policía Nacional ligados a la Mara Salvatrucha (MS), provocaron consultar ¿si esa supuesta colusión entre policías y MS facilitó crímenes, por rivalidad entre estas agrupaciones, dentro los centros de internamiento juveniles? en vista de que las muertes entre maras y pandillas siguieron aunque los jóvenes están bajo custodia estatal y resguardados por la Policía. 


Recuento de noticias sobre muertes en centros juveniles
Si no hay colusión, el recuento de las muertes de los últimos años, dentro de centros penales juveniles, revela que sí hay omisión ya que la confrontación mortal entre la MS y la 18 ha seguido dentro pese a que estaban confinados.

En 2007, fallecieron cuatro pandilleros de la 18 en Renaciendo; en mayo de 2014 hubo cinco muertes de integrantes de la 18 en el Centro El carmen.

De nuevo, en enero de 2015, las autoridades encontraron una fosa clandestina con cadáveres, en las instalaciones de Renaciendo. La versión oficial es que los jóvenes habrían fallecido en una supuesta confrontación entre la 18 y Los Chirizos.

En febrero de 2015, supuestos miembros de la MS le cortaron dedos a niños de El Carmen por considerar que eran de la 18.

Triple crimen en Renaciendo
El 23 de agosto de 2015, tres pandilleros de la Mara 18 fueron asesinados en circunstancias hasta ahora no esclarecidas, dentro de Renaciendo. Los liquidaron a golpes aunque estaban bajo custodia policial.

Asimismo, con las autopsias, los forenses dictaminaron que los tres adolescentes murieron como producto de los golpes y ya estando muertos, los descuartizaron, consta en los dictámenes número AT-1593-15 al AT-1595-15 a cuyas copias se tuvo acceso.

El dictamen AT-1593-15, es de un joven de 15 a 19 años, cuyo nombre se omite por la prohibición legal.

Tenía golpes en el cráneo, heridas y raspones en la frente, mejilla, los golpes le produjeron una laceración (lesión) cerebral. Su cadáver fue cortado con quince heridas después de su muerte.
Pese a estar bajo resguardo estatal, tenía “alcohol en sangre y orina”, dice el dictamen.

El dictamen AT-1594-15, correspondiente a un adolescente revela que murió por un golpe en la cabeza que le abrió el cráneo.  Sufrió heridas en la cara y en la espalda. En su cuerpo llevaba un tatuaje que decía Leticia. Su cuerpo fue desmembrado ya estando fallecido.

El dictamen AT-1595-15, es de un adolescente de 14 a 18 años, con cinco golpes en la cabeza y cara que produjeron lesiones en los huesos del cráneo y de la cara, hemorragia cerebral y otras fracturas.

Además, tenía dos heridas por proyectil de arma de fuego, su cuerpo fue cortado cuando había fallecido, reveló el citado peritaje.

El 6 de octubre de 2015, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia notificó a la jueza ejecutora que debía ampliar su informe relacionado con el  recurso de Exhibición Personal correctivo SCO-0849-2015, promovido tras este crimen.

En su resolución, la Sala manda a identificar las circunstancias de fallecimiento y los responsables conforme a las investigaciones.

En noviembre de 2015, la presidente del Comité de Emergencia para la Atención de Adolescentes Infractores (CPAAI), Zoila Cruz, presentó al subcomisionado de policía Rony Flores Díaz, como el encargado de recuperar la gobernabilidad de los centros de internamiento para menores infractores.

Con sentencias y expedientes judiciales, se constató que el oficial Flores Díaz fue depurado de la institución mediante el decreto de 58-2001 y retornó cuando el mismo fue declarado inconstitucional.

En la actualidad, la Corte Suprema de Justicia conoció un recurso, relacionado con el juicio por cohecho que fue instruido contra del excoordinador de Fiscales de Tocoa, Colón, Jacobo de Jesús Erazo Osorto, que fue coimputado de Flores Díaz.

A inicios de 2014, en juicio oral y público se dictó sentencia condenatoria, por el delito de cohecho, contra Erazo Osorto. En la misma resolución, Flores Díaz obtuvo su carta de libertad.

El fiscal fue condenado porque supuestamente extorsionó a un testigo protegido para desaparecer dos expedientes. Mientras, Flores Díaz recibió carta de libertad.

La transparencia policial es vital
Al analizar el Libro de Novedades del centro, cuya copia se obtuvo, se constató que solamente se consigna que hubo un enfrentamiento entre la pandilla 18 y Los Chirizos.

Pero en el libro no consignaron que en el enfrentamiento se utilizó un arma de fuego, tampoco se reveló si la misma fue decomisada.

Igualmente, tampoco se registró decomiso de alcohol aunque una de las víctimas dio positivo por consumo de esta droga.

Las primeras diligencias de los peritos forenses revelaron que uno de los jóvenes tenía disparos de arma de fuego.

La Unidad Especial de Muerte de Menores realizó 17 diligencias en este caso, según el Oficio FEDCV-UFMM-180-2015.

Uno de los testigos interrogados  por esta Unidad dijo una frase que llama la atención, “el que asesinó al civil”.

La palabra civil es utilizada para diferenciar a los ciudadanos de la Policía, se desconoce el contexto en que el testigo utilizó la palabra civil.

El 18 de febrero de 2016, hubo dos supuestos miembros más de la banda "Los Chirizos" que resultaron fallecidos y hubo 10 heridos.

Al respecto el presidente del estatal Mecanismo Nacional de Prevención contra la tortura, otros tratos crueles, inhumanos o degradantes (Conaprev), Orle Solís, admitió que ya les han dado esta misma información.

Según Solis, en ambas agrupaciones les dan información de agentes del Estado ligados con maras y pandillas. 

“Esta es la misma información que se nos da cuando nosotros los vistamos...Pero también de los demás dicen lo mismo y si uno va a los centros penales, también”, reveló.

Está en proceso de investigar por qué a veces aparecen más agresiones contra un grupo y no contra otro, reveló Solís.

“Se podría ver de que la autoridad tiene mejor relación con un grupo que con otro, eso lo hemos venido recomendando”, señaló.

En las cárceles ingresan, “armas, estupefacientes, entonces quién las deja entrar…entonces las irregularidades son en general”, afirmó Solís.

“Hay víctimas de la 18, MS, el Combo que no se Deja, Chirizos, es delicada la situación”, opinó.

La violencia dentro de los centros de internamiento no cesa, el ex director de los centros de internamiento, Michael Hartmann, de ARPA, relató que en una oportunidad uno de los internos le contó que el que se portaba mal se “iba por un tubo”.

Cuando él pregunto con su acento alemán ¿qué es eso de ir por un tubo?, le explicaron que lo mataban, lo hacían  pedazos y lo mandaban por el alcantarillado…luego aparecía como fugado.





Maras y pandillas
“La pandilla Barrio 18 en Honduras es una organización que combina violencia extrema, fuentes rudimentarias de ingresos y           contactos  con grupos delictivos  de       alto     perfil”, describe el informe Maras y pandillas en Honduras, del 20 de noviembre de 2015, preparado por InSight Crime y por La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ). En cambio, la MS es descrita en la misma fuente como un grupo criminal más sofisticado. Este informe, menciona presunta colusión entre policías y la MS. Incluso, el informe hace referencia a un crimen de alto impacto, supuestamente cometido por un policía al servicio de la mara. “Estos policías no son considerados como parte de la mara.    Supuestamente solamente cobran una cuota dependiendo de su rango y ubicación”, cita el documento. “Esta corrupción también se da dentro de las prisiones”, dice este análisis.



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