Los mass media, los delincuentes de cuello blanco y la selección social de la especie

Por: WendyFunes

En Honduras, el lenguaje se ha ido haciendo cada vez más estigmatizante para el pensamiento crítico cuyos razonamientos -desde inicios de la presente década- están influenciados por un movimiento social creciente y que se ha desbordado a partir de la publicación del escándalo de corrupción en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) que dejó 3,000 muertes. Este movimiento social fue antecedido por el opuesto a la crisis política del 28 de junio de 2009, denominada Golpe de Estado por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, y suceción constitucional, por la cúpula civil-militar que ejecutó la acción.
Pero al poder del lenguaje se suma la estructura mediática monopólica, controlada por quienes procuran la selección social de la especie, entiendase este último término como el desplazamiento para acabar con los menos aptos, por parte de quien tiene el poder.
Lo anterior se logra mediante diferentes caminos, algunos de esos son la desnutrición deficiente, medios de comunicación controlados, sistemas de salud y educación debilitados, precaria institucionalidad, manipulación del cerebro gracias a los avances en la medicina, entre otros.
La importancia del lenguaje se puede apreciar de mejor forma al conocer el funcionamiento cerebral, la influencia de los mensajes y el papel que la comunicación juega en los mecanismos de evolución.
Si se desea analizar desde una óptica biológica porqué la comunicación que desnuda el actual orden de cosas y que exige el cambio, es etiquetada, mientras los delincuentes de cuello blanco tienen toda una estrategia de marketing y de imagen a su favor; la respuesta problamente pudiera inferirse al describir que en Honduras hay una fuerte presión social por hacer transformaciones sociopolíticas y económicas para lograr espacios en favor de los más débiles y, reducir la injusticia social. No obstante, al mismo tiempo, existe una elite que se abrogó –ya sea mediante fraude o manipulación- el poder de castigar esa conducta aunque siendo sociopatas o disociales de cuello blanco, son necesarios para extinguir a los menos aptos de la sociedad.
Investigaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han verificado: que los daños materiales ocasionados por las conductas que se conviene en incluir en la categoría criminalidad económica (Cuello blanco) alcanzan cifras astronómicas y rebasan, haciendo imposible cualquier comparación…:los fraudes alimentarios y farmacéuticos y la contaminación de aguas y aire atentan no sólo contra la salud, sino también contra la integridad física e incluso la vida de las personas. (Jane, La delincuencia económica 1983)
“Debe contarse además todos los daños inmateriales, como por ejemplo el quebranto de la confianza como elemento básico y configurador del tráfico mercantil y los atentados al sistema del libre mercado”. (Jane, La delincuencia económica 1983)
“Los medios de comunicación dedican más espacio informativo a la delincuencia llamada común que a la económica” (Jane, La delincuencia económica 1983).
Eso puede explicar entonces que ante eminentes cambios sociales, demandados por los más débiles, los fuertes usan todos sus medios, incluidas sus herramientas mediáticas poderosas, para lograr que los más “aptos” tengan más posibilidades de sobrevivencia, pero no sólo eso, el disocial o sociopata de
cuello blanco aparece destacado como personalidad del año, conciliador, honorable, reparador de conflictos.
Este contexto ha generado nuevos tipos penales que –según el discurso político- pretenden generar mayor seguridad humana, pública y ciudadana; sin embargo, es claro que la violencia, la criminalización de la protesta social, la quiebra de una institución estatal como el Seguro Social, la educación deficiente, la falta de acceso a la información pública;  dan indicios de una posible política de selección social de la especie, planificada desde el poder y ejecutada por personas con transtorno disocial de personalidad o con rasgos de personalidad sicópata.
La Ley de Secretos Oficiales, las resoluciones de reserva de información pública, las reformas a las leyes penales de asociación ilícita, que según el movimiento social se pueden aplicar a los líderes sociales organizados, las reformas tributarias que han generado un sistema regresivo, son algunas decisiones que es necesario analizar a fondo para conocer hasta dónde llega el proceso de selección social de la especie.
Este término tiene su equivalente en la selección natural: “fenómeno en donde los aspectos heredados que se asocian a tasas elevadas de supervivencia y reproducción son los que pasan con mas probabilidad a la siguiente generación” (Rovelo, Bases biológicas de la conducta humana Julio 2015)
Las explicaciones científicas indican que “los procesos sociales empujan a los descubridores de los principios que explican la vida a empaparse de un lenguaje extremo que tiñe a la biología de una  inapropiada imaginación social. La lucha por la existencia, la competencia, la supervivencia del más apto, la muerte de los débiles son todas expresiones biologizadas de la compleja existencia humana bajo un régimen industrial (Skewes n.d.).
“Más vale propiciar un suelo fértil para una genética de la cooperación en aras de la supervivencia planetaria que avanzar hacia el suicidio de la especie” (Skewes n.d.).
Para comprender mejor el rol de los medios  en este proceso hay que tomar en cuenta que “existe una más que evidente vinculación entre medios de comunicación y procesos políticos…en un contexto caracterizado históricamente por el autoritarismo y una débil institucionalidad, muy rápidamente tendemos a asumir que los medios son, por definición, valiosos baluartes de la democracia y víctimas propiciatorias de un poder político que se empeña en silenciarlos” (Centro de Investigaciones de la Comunicación (Cinco) 2007).
Sin embargo, tampoco se puede soslayar que “estas representaciones de los medios masivos de comunicación, sin duda, le dan forma y un tono emocional a nuestra experiencia del delito y lo hacen de un modo que está en gran medida dictado por la estructura y los valores de los medios, más que por el fenómeno  que representan” (Garland, El complejo del delito: la cultura de las sociedades con altas tasas de delito 2005).
El sistema controla las mentes, mediante sostificados mecanismos sicológicos y siquiátricos. Es el control del cerebro el mayor poder de una sociedad.
La selección social de la especie puede ocurrir dejando que simplemente los biológicamente menos aptos se extingan o mediante alteraciones biológicas, por ejemplo, un cerebro poco desarrollado tiene el lóbulo frontal menos evolucionado y produce menos dopamina, el neurotransmisor de la evolución y de la motivación.
Los lobulos frontales sirven para el movimiento voluntario, produccion del lenguaje (izq), Prosodia motora (derecho), comportamiento, funcion ejecutiva, motivacion.
Entretanto, la dopamina es un neurotransmisor (NT) del cerebro, definido como parte del sistema nervioso central. “Su administracion debe producir un bloqueo del efecto que se observa cuando se estimula la terminal nerviosa que libera el nt propuesto. Debe tener una via de sintesis bien definida” (Rovelo, Bases biológicas de la conducta humana Julio 2015) y hay otra serie de requisitos que la convierten en un neurotransmisor.
De manera más específica este NT es responsable de la conducta motora, pensamiento, emociones, afectividad, humor, sensopercepcion, placer, actividad sexual, motivacion.
Este NT puede producirse en más o menos cantidad dependiendo de los mensajes que reciba, tipo de alimentación, traumas, golpes, acontecimiento, etc. De acuerdo con las Bases Biológicas de la Conducta Humana, las modificaciones sociales, ambientales y sicológicos causan cambios biológicos (Rovelo, Ciencias de la conducta, psicopatologia criminal y criminologia 2015).
De acuerdo con un diagrama para explicar la interacción esquematica entre evolucion, genetica y desarrollo del comportamiento, la evolución ocurre por la combinación de genes –experiencia, organismo actual, situación actual  y comportamiento actual.
Dicho de otra manera, la evolucion influye en genes que afectan el comportamiento  de cada especie; los genes de cada individuo inician un programa exclusivo de desarrollo neurologico; el desarrollo del sistema nervioso de cada individuo depende de sus interacciones con el medio ambiente (experiencia);  la capacidad del comportamiento presente de cada individuo  depende de sus patrones de actividad nerviosa exclusivos (pensamientos, sentimientos, acciones); el comportamiento presente de cada individuo surge de la interaccion entre los patrones de actividad nerviosa y su percepcion de la situacion actual. (Rovelo, Bases biológicas de la conducta humana Julio 2015)
El éxito del comportamiento presente de cada individuo influye sobre la posibilidad de que sus genes pasen o no a las generaciones futuras.
Según estudios de etología y comportamiento humano, el conocimiento biológico de nuestra especie, en particular su historia evolutiva, la identificación de sus patrones modales de comportamiento, el desarrollo de estos y cómo son modelados por la cultura, constituye un interés especial para la psicología y la psiquiatría contemporáneas (Etología y comportamiento humano s.f.)
Ejemplo de esto es el desarrollo de un área denominada psicología o psiquiatría evolutiva que pretende proveer el marco teórico necesario para explicar el comportamiento humano como una estrategia que los individuos utilizan para enfrentar los retos ambientales; es decir, como una adaptación. (Etología y comportamiento humano s.f.)
Una persona poco evolucionada o débil, si aplicamos la ley natural que rige a los mamiferos, merece desaparecer y esa parece ser la idea subyacente de los grupos de poder  que, por ejemplo, colocan más cargas a los más pobres y menos para los más ricos, tal es el caso del pago de impuestos.
Según el Foro Social para la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), en el país, la clases con más recursos pagan menos impuestos en relación con la cantidad de tributos aplicados a las clases menos poderosas económicamente. Eso indica que el sistema tributario nacional es regresivo y no progresivo.
Si el comportamiento de una persona ha sido condicionado de tal manera por sus experiencias anteriores que llega a comportarse automáticamente, como los perros de Pavlov al sonar la campana, esa persona no está motivada. (Ian Taylor s.f.) Esta premisa explica que la falta de motivación tiene que ver con la poca producción de dopamina. La cantidad de dopamina está ligada también al desarrollo de los lobulos frontales ya que este es el nt más abundante en esta zona del cerebro.

En ese sentido, planificar una desnutrición deficiente, sistemas de salud quebrados –como el caso del IHSS- saqueo de la administración pública, asesinatos selectivos como un mecanismo de profilaxis social en sistema de justicia deficientes, son tácticas sutiles para la selección social de la especie mediante el control social.
Como complemento, es necesaria una estrategia de comunicación que sin hablar directamente de la selección social de la especie conduzca a los ciudadanos a aceptar verdades dadas que no requieren cuestionamientos.
Comunicación no es sólo la actividad lingüística, un complejo proceso entra en juego para controlar a los ciudadanos.
“Hay diferencias en el grado en el que el comportamiento está controlado lingüisticamente. Sin duda algunas conductas se llevan a cabo sin tener prácticamente ningún punto de referencia social, es decir, sin usar ninguna verbalización compartida. Por ejemplo, la conducta fisiológicamente autónoma…sin embargo, también es verdad que hay otros comportamientos a menos que el actor haya tenido un contacto bastante complejo e íntimo con construcciones lingüisticas”. (Ian Taylor s.f.)
El debilitamiento de las instituciones públicas, en función de los escasos recursos disponibles, la reducción de los beneficios del Estado, la falta de inversión en los barrios céntricos degradados, la marginación social y económica de los pobres, éstas son políticas que generan inseguridad (Garland, El complejo del delito: la cultura de las sociedades con altas tasas de delito 2005).
¿Pero es acaso la inseguridad un mal necesario?, hay quienes piensan que la evolución del delito es una oportunidad para que los políticos puedan ofrecer seguridad y para la autoextinción o suicidio de la especie.
Pero hay que ver qué dice la ciencia para conocer quién está detrás, como ejecutor de la selección social, mediante técnicas que podrían llegar a ser delito.
La delincuencia tiene bases biologicas-medicas; psicologicas, sociales, economicas y politicas; antropologicas y culturales; naturales vrs normativa social (Rovelo, Conducta criminal, reflexiones sobre rasgos, curso evolutivo y pronostico 2015).
Las causas biológicas son, la herencia- genetica, enf. neuropsiquiatricas, enfermedades mentales, de personalidad, adicciones, desnutricion; las sicológicas son, la inteligencia, personalidad, aprendizaje, desarrollo psicologico, inadaptacion, agresividad, sociales, ecologia criminal, urbano – rural, areas delincuenciales, movilidad social, vagancia.
Por otra parte, las bases economico- politico de la delincuencia son, las clases sociales, crisis economica, regimenes politicos, mendicidad, violencia politica, regimen juridico, desigualdad, empleo, miseria, guerras , revoluciones, golpes de estado y corrupcion.
Asimismo, las antropologicos y culturales son la escolaridad: retraso, fracaso, papel social de la escuela, educación suplementaria, deptos. auxiliares; profesiones familias: estructura, ausencia de padres, familias distorsionadas, familias infractoras, cultura, subcultura, contracultura, migracion, medios de comunicación, magia, religion, supersticiones, formas de diversion. Las naturales vrs normativa social son la ruptura de la ¨convivencia social¨ por necesidad.
Llama la atención que las clases sociales, crisis económica, regimenes políticos, mendicidad, violencia política, regimen jurídico, desigualdad, empleo, miseria, guerras , revoluciones, golpes de estado y corrupcion se juntan en un solo grupo, es decir, tanto los problemas el dinero como la política están en el mismo conjunto para explicar la actividad delictiva de los políticos.
Eso demuestra que la construcción del delito y el manejo mediático del mismo es también todo un mecanismo de  control de las libertades civiles. “La definición de lo que es correcto o equivocado, tanto en teoría como en la práctica, constituye una prerrogativa de quienes tienen el poder de definir (poder político)” (R. Bergalli 1983)
Además, analizando este planteamiento se puede inferir que los más débiles tienen todas las posibilidades para seguir siéndolo en la cadena evolutiva.
La tipología de riesgo de peligrosidad de los delincuentes que comenten ilícitos, ligados a las selección social de la especie, como el de la corrupción, explica que desde el punto de vista siquiatrico-criminológico son “individuos que cometen delito por razones o motivaciones ligadas a situaciones sociales, culturales, necesidad, ignorancia, etica, adaptacion, etc. Generalmente se asesina por celos, dinero, venganza y poder” (Rovelo, Ciencias de la conducta, psicopatologia criminal y criminologia 2015).
Lo más peligroso de quienes tienen el poder de hacer la selección social de la especie y conducir a la gente a aceptarlo, es que también poseen la posibilidad de criminalizar a quién cuestione este orden del estado actual de cosas.
En palabras de Bergalli, ellos podrán declarar punible todo aquello que se oponga a sus intereses y a sus concepciones de lo que consideran un comportamiento apropiado, para todo lo cual el estigma de la criminalidad resulta un arma muy efectiva. La criminalización es un arma de coerción legítima; a través de ella se llega a saber que quienes se manifestan de forma opuesta al mandato de la ley no están simplemente equivocados, sino que, por el contrario, se muestran impulsados por mótivos malévolos. (R. Bergalli 1983)
Agrega que, “por consiguiente, la naturaleza del delito está  determinada por la clase social dominante como forma de procurar ventajas a sus intereses materiales y a su concepción de la moralidad” (R. Bergalli 1983).


Entre el delito, la inseguridad y el miedo sin duda hay un alto nível de estrés de la población lo que generará una ciudadanía llena de adrenalina, el nt de las emociones, afectividad, humor, energia, miedo, conductas de lucha o huida, estados de alerta, cognicion, memoria, transmision dolor.
Con mala alimentación y poca actividad física, la adrenalina recorriendo el cuerpo genera problemas biológicos y mayores posibilidades de violencia y de transmisión genética de  las causas biológicas del delito que como ya se dijo son las enfermedades neuropsiquiatricas, enfermedades mentales, de personalidad, adicciones y desnutrición.
Habiendo visto las causas de la conducta delictiva, es necesario entender de manera más específica por qué los poderosos también delinquen, Jane, citando a Pearce, establece que “los crímenes de los poderosos solamente se explican…en un contexto socieconómico determinado: la sociedad capitalista dividida en clases antagónicas”. (Jane, La delincuencia económica 1983)
Los delitos económicos o de cuello blanco dice Jane solamente pueden cometerlos las personas que se benefician de una posición de preeminencia dentro de esa sociedad no igualitaria o, lo que es lo mismo, quienes no ostenten un determinado poder no dispondrán de los medios necesarios para dicha comisión. (Jane, La delincuencia económica 1983)
Agrega el autor que los científicos que se enmarcan en esta corriente de pensamiento o en otras afines destacan que los delitos económicos se cometen al amparo de posiciones de poder y dominación; que  tales posiciones  de privilegio son inherentes a sociedades divididas en clases, a sociedades no igualitarias; que por consiguiente la delincuencia económica es propia de este tipo de sociedades. (Jane, La delincuencia económica 1983)

Si se analiza desde el punto de vista siquiátrico estas personas pueden ser sicóticos por una deficiencia de su funcionamiento cerebral que podría volverlos ininputables o porque padecen trastorno disocial de la personalidad.
Este trastorno de personalidad, normalmente, llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento; está caracterizado por:
a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatia.
b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales.
c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.
d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento.
e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.
f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.
Puede presentarse también irritabilidad persistente. La presencia de un trastorno disocial durante la infancia y adolescencia puede apoyar el diagnóstico, aunque no tiene por qué haberse presentado siempre.


Incluye:
Trastorno de personalidad sociopática
Trastorno de personalidad amoral
Trastorno de personalidad asocial
Trastorno de personalidad antisocial

En conclusión, los mass media, los delincuentes de cuello blanco y la selección social de la especie forman un triángulo que hay que empezar a analizar de manera más atenta, sobretodo con el vertiginoso avance de la robótica y la era de la información.


Bibliografía

Centro de Investigaciones de la Comunicación (Cinco). «Los medios de comunicación como actores políticos en Nicaragua.» De Sofía Montenegro, 7. Managua: CINCO, 2007.
«Etología y comportamiento humano.» En La conducta humana, 160. s.f.
«El complejo del delito: la cultura de las sociedades con altas tasas de delito.» En La Cultura del Control, de David Garland, 261. Barcelona: Gedisa, 2005.
Garland, David. «El complejo del delito: la cultura de las sociedades con altas tasas del delito.» En La Cultura del Control, 262. Barcelona: Gedisa, 2005.
«Las primeras sociologías del delito.» En La Nueva Criminología, de Paul Walton y Jock Young Ian Taylor, 148. Amorrortu, s.f.
Jane, Carlos Viladás. «La delincuencia económica.» En El Pensamiento Criminológico, de Begally y Bustos, 224. Bogotá: Temis, 1983.
Jane, Carlos Viladás. «La delincuencia económica.» En El Pensamiento Criminológico II, de Bustos y Bergalli, 229-230. Bogotá: Temis, 1983.
Jane, Carlos Viladás. «La delincuencia económica.» En El pensamiento criminológico II, de Bergalli y Bustos, 232-233. Bogotá: Temis, 1983.
«perspectiva sociológica: estructura social.» En El pensamiento criminológico Vol. II, de J. Bustos Ramírez, T. Miralles R. Bergalli, 144. Bogotá: Temis, 1983.
Rovelo, Mauricio. «Bases biológicas de la conducta humana.» Tegucigalpa, Julio 2015.
—. «Ciencias de la conducta, psicopatologia criminal y criminologia.» Tegucigalpa, 2015.
—. «Conducta criminal, reflexiones sobre rasgos, curso evolutivo y pronostico.» Tegucigalpa, 2015.
Skewes, Juan Carlos. «De la selección natural a la co-optación social de la genética.» s.f. http://polis.revues.org/1400 (último acceso: 10 de julio de 2015).



Comentarios

Entradas populares